El líder supremo de Corea del Norte, Kim Jong Un, ha pedido al pueblo norcoreano que coma menos hasta 2025, citando la escasez de alimentos en la nación. Desde el advenimiento de la pandemia, Corea del Norte ha cerrado sus fronteras nacionales para el suministro de bienes de China. Además, las severas sanciones contra este país de Asia oriental, destinadas a controlar el programa nuclear y de armas, también han contribuido al agotamiento de los recursos alimentarios. Los funcionarios están bautizando el período esperado de hambruna como «Marcha dura», un término que tiene sus raíces en la hambruna que azotó a Corea del Norte después de la caída de la Unión Soviética, matando a hasta 3 millones de personas. En junio, Kim Jong Un se dirigió a una reunión de alta dirección, donde reconoció oficialmente las condiciones paralizantes de los recursos alimentarios del país.
Corea del Norte también está sujeta a fuertes aguaceros y tifones que han creado una situación de crisis en varias provincias del país. En una entrevista con Radio Free Asia, una fuente dijo: «Las autoridades dijeron en la reunión de la unidad de supervisión vecinal que la crisis alimentaria continuará hasta 2025. También dijeron que la reapertura de aduanas entre Corea del Norte y China recuperándose antes de 2025 tiene una muy baja probabilidad. «
“Decirnos que aguantemos las dificultades hasta el 2025 es como decirnos que nos muramos de hambre. La desconfianza y el resentimiento hacia las autoridades son rampantes entre los ciudadanos ya que han dicho que debemos reducir la cantidad de alimentos que ingerimos y apretarnos el cinturón más que nunca ”, agregó la fuente.
Con el agravamiento de la situación en el país y la creciente urgencia de la crisis alimentaria, se habla de una revisión de las sanciones internacionales impuestas a los programas nucleares de Corea del Norte, según ha informado Express UK. Tomás Ojea Quintana, abogado argentino y relator de Naciones Unidas en Corea del Norte son los principales partidarios de las solicitudes de revisión.
Anteriormente, Kim Jong Un había llamado al K-pop o a la música pop coreana, el género musical popular de Corea del Sur, un «cáncer vicioso» que estaba corrompiendo la juventud y la cultura de la nación, manteniéndose en línea con la represión del país contra el «estilo de vida capitalista» y las influencias occidentales. en los jóvenes. El periódico estatal había advertido recientemente a la nación que hiciera más para evitar que «la cultura capitalista se infiltre en el país», según informó la agencia de noticias Yonhap de Corea del Sur.
The New York Times informó que Kim Jong Un dijo que la música y su influencia han dañado «la ropa, los peinados, los discursos, los comportamientos» de los norcoreanos y podrían incluso derribar a Corea del Norte como un muro húmedo.
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