Túnez pide al parlamento que apruebe un préstamo de 4.000 millones de dólares del FMI

El gobernador del banco central de Túnez, Marouane Abassi, dijo el viernes que no había otra solución para Túnez que recurrir al Fondo Monetario Internacional para equilibrar el presupuesto, advirtiendo que apelar a su institución conduciría a una espiral de inflación.

«Si no negociamos con el FMI, nadie aceptará» proporcionar a Túnez la financiación externa que necesita, advirtió Abassi durante una audiencia en el Parlamento, mientras se multiplican los llamamientos para no sacar un cuarto préstamo en diez años. FMI.

Túnez, que está luchando por saldar sus deudas y equilibrar su presupuesto, está en conversaciones con el FMI para obtener un nuevo préstamo plurianual a cambio de reformas socialmente difíciles para sanear sus finanzas.

«El Banco Central no está listo para abrir las puertas para financiar el presupuesto, porque dentro de cuatro meses nos encontraríamos con una inflación de tres dígitos», advirtió Abassi, dando «el ejemplo de Venezuela» donde la hiperinflación ha acentuado la crisis social.

Se espera que las conversaciones con el FMI continúen durante al menos tres semanas, dijo.

El primer ministro del país, Hichem Mechichi, dijo a principios de mayo que su gobierno acudiría al prestamista multilateral para obtener un préstamo de 4.000 millones de dólares, calificándolo de «última oportunidad» para salvar la economía.

El ministro de Economía, Ali Kooli, explicó a los parlamentarios las principales reformas discutidas con el organismo internacional con sede en Washington.

Estos incluyen la reducción de subsidios para necesidades básicas, la actuación sobre la nómina estatal, que emplea a 680.000 personas en un país de 12 millones de habitantes, la reestructuración de numerosas empresas públicas y la reducción de autorizaciones previas para inversiones.

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Tras años de crisis económica y gestión a corto plazo, la pandemia del Covid-19 ha puesto de rodillas al pequeño país norteafricano: su deuda exterior ha alcanzado la cifra simbólica de 100.000 millones de dinares (unos 30.000 millones de euros), o el 100%. del producto interior bruto.

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